ESTADÍSTICAS: EL IDIOMA ESPAÑOL EN FILIPINAS

Por Guillermo Gómez Rivera, de la Academia Filipina

 

1. INTRODUCCIÓN

2. DE AGUSTÍN DE CAVADA A MALOLOS

3. MANUEL ARELLANO REMONDO

4. LUCIANO DE LA ROSA, KATIPUNERO

5. EL PRIMER GENOCIDIO

6. EL CENSO DE 1903

7. TIRSO DE IRRURETA GOYENA EN 1916

8. DAVID P. BARROWS DESDE 1908

9. AUMENTAN, EN VEZ, LOS HISPANO-PARLANTES

10. LOS CHINOS HABLAN ESPAÑOL

11. EL INFORME FORD DE 1916

12. PRENSA EN ESPAÑOL, NO EN INGLÉS

13. ¿DESESPERACIÓN?

14. FORZANDO EL INGLÉS POR LEY

15. UNA AGENDA GENOCIDA

16. DEMANDA POR EL CINE EN ESPAÑOL

17. DESPUÉS DEL SEGUNDO GENOCIDIO, ¿QUÉ HACER?

18. UNAS HUMILDES SUGERENCIAS

19. QUE SE ENSEÑE LA VERDADERA HISTORIA DE FILIPINAS

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1. INTRODUCCIÓN.

Es verdad que nunca fueron todos los habitantes de las Islas Filipinas los que tuvieron el idioma español como su lengua materna. Pero tampoco es justo decir que este idioma nunca se habló en Filipinas en escala nacional.

El mero hecho de que el idioma español empezó a ser el idioma oficial de las Islas Filipinas desde el 24 de junio de 1571, día de la fundación de Manila como la ciudad cabecera del Estado Filipino bajo la Corona de España, hasta en 1987, año en que se promulgó la cuestionable constitución de la presidente Corazón 'Cory' C. Aquino,----bien puede poner en solfa a todos aquellos que digan que este idioma nunca se habló en Filipinas.

Siendo idioma oficial desde el 24 de junio de 1571 debe entenderse que fue el idioma de la judicatura, de la legislatura y de las escrituras y las publicaciones oficiales, como judiciales, de este Archipiélago.

También es inegable que existe un cuerpo de obras literarias, en fin una tradición literaria, por autores filipinos desde 1593, año en que se fundó la primera imprenta en estas islas, hasta el presente.

Todo esto es evidencia de que el idioma español se habló en Filipinas, y no en la extensión regateada en que los cuestionables documentos norteamericanos nos quieren decir.

Y decimos cuestionables documentos porque es un hecho que los colonialistas usenses han tenido una "language agenda" a favor del inglés desde 1898 y en contra del idioma español al que miran como un obstáculo latente a sus objetivos "lingüísticos" y de imperio económico, hasta nuestros días.

2. DE AGUSTÍN DE CAVADA A MALOLOS

Pasemos ahora al campo de las estadísticas. Es verdad que cuando Filipinas tan solamente tenía una población de un poco más de cuatro millones y medio (4,500,000), Agustín de la Cavada y Méndez de Vigo, señaló que los que hablaban español en Filipinas no rebasaban el 2.8 por ciento del número de la población citada.

Pero este libro de tal estadística salió a la luz en 1870 o tan solamente siete años después de que por decreto de la Reina Isabel II, en el año 1863, se establecía el sistema de instrucción pública en todas las islas cuyo medio de instrucción era predominantemente el español, ----con los idiomas principales del archipiélago sirviéndo de medios auxiliares de educación.

Al llegar el año de 1898, en que se separó Filipinas de España, el porcentaje de los filipinos de habla española tendría que haber aumentado considerablemente. Y si, de hecho, el aumento del número de hispano-hablantes no hubiese crecido en proporciones más altas y de extensiones más profundas en todas estas islas a partir del dado 2.8 por ciento en 1870, los delegados filipinos a la primera convención constituyente celebrada en Malolos, Bulacán, en 1898, no hubiesen declarado al idioma español como la primera lengua oficial de la República de Filipinas, ----tal como nos lo tiene provisto la Constitución de Malolos.

Tampoco hubiesen utilizado, los gobernantes filipinos bajo el Presidente Emilio Aguinaldo, al idioma español en todas sus proclamas y sus publicaciones oficiales, ----entre los cuales se encuentra el diario denominado "La Independencia". Y José Rizal, un políglota que bien sabía siete lenguas, incluyendo la tagala, no hubiese escrito sus obras fundamentales en español. Los hubiese escrito en inglés y en tagalo. Pero no. Todo lo escribió José Rizal en español para sus compatriotas que naturalmente podían leerle en esta misma lengua.

3. MANUEL ARELLANO REMONDO

En un libro publicado en 1908 por la Tipografía del Colegio de Santo Tomás de Manila, titulado Geografía General de Las Islas Filipinas, cuyo autor es el Muy Reverendo Padre Fray Manuel Arellano Remondo, se encuentra el siguiente dato en la página 15. "La población disminuyó por razón de las guerras, en el quinquenio de 1895 a 1900, pues al empezar la primera insurrección se calculaba en 9,000,000 y actualmente (1908) no llegarán a 8,000,000 los habitantes del Archipiélago."

La referida "primera insurrección" fue la que ocurrió el 29 de agosto de 1896 en contra del gobierno español. En ese caso, la población de Filipinas en ese año llegaba a los nueve millones de habitantes. Los censos norteamericanos de 1903 y 1905, dicen de soslayo que los hispano-hablantes de este archipiélago nunca han rebasado, en su número, a más del diez porciento (10%) de la población durante la última década de los mil ochocientos (1800s).

Esto quiere decir que 900,000 filipinos, el diez porciento de los dados nueve millones citados por el Fray Manuel Arellano Remondo, tenían al idioma español como su primera y única lengua.

4. LUCIANO DE LA ROSA, KATIPUNERO

Además de esos nueve cientos mil, Don Luciano de la Rosa, katipunero y el abogado defensor de los demandados por libelo a raiz del editorial Aves de Rapiña del diario EL RENACIMIENTO FILIPINO de 1907, concluye, en un estudio que citamos en el libro: Filipino: Origen y Connotación, Manila, 1960, "que es el 60% de los filipinos" de su tiempo "los que tenían al idioma español como su segunda lengua".

Si añadimos a los 60% los anteriores 10%, tenemos al 70% de la población filipina como usuaria cotidiana del idioma español entre 1890 y 1940.

Unos recientes estudios por el Dr.Rafael Rodríguez Ponga, señalan que los filipinos de habla-española, al liquidarse la presencia peninsular en este arhipiélago, llegaban al catorce (14%) porciento de la población de la década 1891-1900. Es decir, el 14% de una población de nueve millones (9,000,000).

5. EL PRIMER GENOCIDIO

El Padre Fray Manuel Arellano Remondo, al informarnos que "la población disminuyó por razón de las guerras", se refiere indudablemente a las víctimas de la Guerra entre la primera República de Filipinas de 1898 y Estados Unidos de Norteamérica.

Esa disminución de la población filipina nos lo señala luego otra fuente, esta vez norteamericana, como constituyendo "la sexta parte de la población filipina".

La fuente norteamericana a la que nos referimos es la del historiador James B. Goodno autor del libro The Philippines: Land of Broken Promises, Nueva York, 1998, cuya página 31 nos suministra esa importante cifra y dato. Si hemos de creer que fue la sexta parte de la población filipina la que pereció como víctima de las sangrientas masacres perpetradas por la soldadesca invasora de Estados Unidos entre 1898 y 1902, las bajas de una población total de nueve millones sumarían, de hecho, a un millón y medio (1,500,000). Y, diga lo que se diga, este hecho histórico es evidencia de nada menos que un genocidio cometido en contra del pueblo filipino que precisamente es de habla española.

Si ahora se puede inclusive decir que el español nunca se habló en Filipinas, ese resultado es la evidencia misma del genocidio perpetrado durante la guerra filipino-usense que se prolongó hasta 1907, ----incluyendo la masiva resistencia armada puesta frente a la invasión militar de Estados Unidos, por parte del segundo presidente y general de la República Filipina de 1898, Macario Sacay y de León.

(El Presidente Sacay asumió el poder tras la captura y arresto domiciliar del Presidente Aguinaldo; pero en 1906 fue engañado, mediante políticos filipinos (que empezaron a creer en la "benevolencia" norteamericana), con una falsa oferta de amnistía y un puesto a la proyectada Asamblea Nacional. Fue calladamente ahorcado en 1907 de una forma injusta y totalmente criminal en comparación con el caso de José Rizal. ¡Ahorcaron criminalmente al segundo presidente de la República de Filipinas!)

El citado Don Luciano de la Rosa nos informa que "es de esperar que una enorme proporción de esas bajas sean filipinos de habla hispana ya que eran los de este habla los que mejor entendían los conceptos de independencia y libertad y los que escribierón obras en idioma español sobre dichas ideas".

6. EL CENSO DE 1903

Es por eso que es el mismo libro del P. Arellano Remondo el que nos da la siguiente información estadística, para la primera década de los mil nueve cientos (1900s), en los siguientes términos: "----6to. Población. ---El censo oficial de 1903 obtuvo el siguiente resultado en su conjunto: 7,635,426: de estos eran civilizados o cristianos unos 7,000,000 y salvajes o no cristianos 647,000." (Página 15, Op. Cit.)

Ese mismo censo de 1903 informa que los mestizos de español eran 75,000 o apenas un porciento de la población. Se quiso dar a entender que éstos eran los que primordialmente hablaban español. Al decir mestizos de español se entiende que el padre es penínsular y la madre es indígena. No se contaron como también de habla española a los que eran hijos de matrimonios entre mestizos de español e indígenas que, por cierto, eran más numerosos que los dados 75,000 de mestizos a razón del 50 al 50.

Tampoco se contaron a los descendientes de los chinos cristianos, muchos de ellos siendo mestizos terciados por ser mezcla de español, indígena y chino, que constituían el grupo más numeroso que tenía al idioma español como su primera lengua.

Tampoco se clasificaron como de habla española a los indígenas que componían las comunidades de habla criollo, o chabacano, de Cavite y los de Extramuros de Manila, (Ermita, Pacó, Binondo, San Miguel y Quiapo), amén de los de Zamboanga, Cotabato, Davao, Joló y Basilan en Mindanao que muy facilmente sumaban a otros 500,000.

7. TIRSO DE IRRURETA GOYENA EN 1916

En 1916, el escritor y abogado Don Tirso de Irrureta Goyena hace la siguiente observación en el capítulo titulado 'El Castellano, Único Idioma Nacional' de su libro Por el Idioma y Cultura Hispanos, Imprenta de Santo Tomás, Manila, 1917, (Pp.38y38).

"----Hay una minoría de filipinos, descendientes de individuos de raza española que tienen el castellano naturalmente como idioma propio y casi por decir único."

"----Hay algunas localidades donde filipinos indígenas, de pura raza nativa, como Cavite, San Roque, Caridad, Zamboanga, y aun muchos de los que en Manila y en otras capitales importantes viven, que no poseen asimismo otro idioma que el castellano más ó menos adulterado."

"----Y, los mestizos de americanos son una minoría microscópica, en muchos de cuyos descendientes, se ve el curioso fenómeno de adoptar el castellano ó alguno de los idiomas nativos, dejando por completo el idioma inglés."

8. DAVID P. BARROWS DESDE 1908

En el Octavo Informe Annual (Eight Annual Report) del Director de Educación, David P. Barrows, fechado 1 de agosto, 1908, (publicado por el Bureau of Printing, 1957, Manila) se encuentran las siguientes observaciones sobre el idioma español:

"----Of the adult population, including persons of mature years and social influence, the number speaking English is relatively small. This class speaks Spanish, and as it is the most prominent and important class of people in the Islands, Spanish continues to be the most important language spoken in political, juornalistic and commercial circles." (P.94. Op.Cit.)

Esta observación señala que la población adulta del país, que incluye a personas de años maduros y de influencia social, "tenía al idioma español como su lengua por lo que el mismo idioma español continuaba siendo la lengua más importante hablada en todos los círculos comerciales, políticos y de prensa."

Esta observación confirma el dato dado por el abogado Don Luciano de la Rosa sobre el español siendo el segundo idioma del 60 por cien de la población total de Filipinas durante las primeras cuatro (4) décadas de 1900.

9. AUMENTAN, EN VEZ, LOS HISPANO-PARLANTES

Lo más curiosamente significativo es que la supuesta alfabetización o escolarización en inglés, dada en las escuelas públicas establecidas por los norteamericanos desde 1900, tendía a producir a un número mayor de filipinos de habla española y no de habla inglesa. Es por eso que es el mismo Director de Instrucción, Mr. David P. Barrows, el que, alarmado y casi indignadamente, escribe lo que sigue:

"----It is to be noted that with the increased study and use of English, there has been an increased study of Spanish. I think it is a fact that many more people in these islands have a knowledge of Spanish now than they did when the American occupation occurred." (Los subrayados son nuestros.)(p.96. Op.Cit.).

Tras pedir más fondos con miras de presupuestar "night schools", o escuelas que también tengan classes nocturnas, por las que se tenía que redoblar la enseñanza e imposición del inglés sobre los niños y adultos filipinos con el objetivo de no dejarles dentro de la influencia del predominante idioma español, asegura dicho Mr. Barrows, y muy a la manera de un autoconsuelo para si mismo y para sus superiores en Washington D.C., que el idioma español, con ciertas medidas tomadas en su contra, tendría que desaparecer a la larga porque los filipinos están lejos de los países de habla española por lo que no podrían tener ningun apoyo por parte de aquéllos en su afán de conservar su idioma español..

"----But in spite of these facts, it is believed that the use of Spanish will wane. It is unsupported by Spanish speaking countries adjacent to us." (Pero, a pesar de estos hechos, a favor suyo, el idioma español va a desaparecer porque carece del apoyo de los países de habla española adyacentes a nosotros.)(p.96, Op. Cit.)

En esta observación bien puede espigarse la política de los WASP usenses de adrede aislar a Filipinas del mundo hispánico al que pertenece.

10. LOS CHINOS HABLAN ESPAÑOL

Por otro lado, el memorándum-informe sometido por Don Carlos Palanca a la "Schurmann Commission" de 1906 señala que:

"----fuera de las ocho (8) provincias tagalas a quienes describe como de habla-española, todavía viven otras ocho (8) provincias más, fuera de aquéllas, que son igualmente de habla española." (Tomado de Tulay (Puente), semanario de la comunidad china de Manila, en su edición del 19 de abril de 1997, en un artículo escrito por el historiador Pío Andrade.)

Además de estas dieciseis provincias de habla-española, añade el mencionado artículo de Tulay, Don Carlos Palanca nos señala a cinco (5) otras provincias más donde "se habla poco el español".

Los datos dados por Don Carlos Palanca fueron considerados como de "mucho peso" por la Comisión Investigadora y Legislativa de Schurmann porque venían del chino cristiano más rico de las islas y que encabezaba el poderoso Gremio de Comerciantes Chinos que, a su vez, tenía al día todos los datos pertinentes al mercado local que servía.

11. EL INFORME FORD DE 1916

Otra fuente reveladora de la extensión nacional en que se utilizaba el idioma español en Filipinas es el Informe de Henry Ford de 1916 al Presidente de Estados Unidos.

Aunque el Censo de 1903, preparado por el gobierno de ocupación usense, dió a entender que el idioma español lo hablaría tan solamente el diez (10) porciento de los filipinos, el citado Informe de Ford nos lo desmiente con sus observaciones. Dice:

----Hay, sin embargo, otro aspecto en este caso que se debe considerar. Este aspecto se me presentó a mi mismo cuando yo iba viajando por las islas, usando la trasportación ordinaria y mezclándome con toda clase de gente de todas las condiciones. Aunque a base de estadísticas escolares se hace la declaración de que son más (numerosos) los filipinos que hablan inglés frente a cualquier otro lenguaje, nadie ha de estar de acuerdo con esta declaración si ha de depender del testimonio de lo que le llega al oido.

----En todas partes el español es el idioma del negocio y del intercambio social.

----Para que cualquiera pueda conseguir una pronta atención de quienes sea, el español resulta ser más útil que el inglés. Y fuera de Manila, es casi indispensable. Los Americanos que viajan por todas las islas lo usan de costumbre. . (The Ford Report of 1916. #3. The Use of English. Pages 365-366.Op.cit.)

12. PRENSA EN ESPAÑOL, NO EN INGLÉS

Como ya lo hemos señalado con las observaciones, en 1908, del Director de Educación, Mr. Barrows, la preponderancia del español seguía alarmando a los WASP usenses puesto que su agenda, de tiránicamente imponer el idioma inglés sobre el pueblo filipino, corría el peligro de fracasar.

Bien seguros estaban de imponer el inglés en sólo diez años más a partir de 1916, año en que también se aprobó la supuesta ley Jones de independencia para Filipinas. Pero, es el mismo Henry Ford, el que, en 1916, dió la segunda voz de alarma. Y la dio en los siguientes términos.

----Mientrastanto, el uso del español, en vez de disminuir ante la propagación del Inglés, parece expandirse por su propia cuenta. Este hecho ha merecido la atención oficial. El informe del Director de Educación para el año 1908 dice en su página 9 lo que sigue:

----El español continúa siendo la lengua más prominente e importante hablada en los círculos políticos, periodísticos y comerciales. El inglés tiene rivales activos como el lenguaje de intercambio y de instrucción. Es igualmente probable que ha ocurrido una disminución de interés por parte de la población adulta de aprender el idioma inglés. Creo que es un hecho el que mucha más gente ahora conoce más el idioma español que cuando los norteamericanos zarparon a estas islas y ocurrió su ocupación La demanda general de los despachadores es que sepan el inglés y el español. A través del gran aumento en número y circulación de diarios y periódicos, hay mucha más lectura ahora en español que antes

----Hay un significado inconfundible en el hecho de que en todas estas islas no exista un periódico filipino publicado en inglés. Todos los periódicos indígenas se publican en español y en el vernáculo. La Vanguardia, el diario de Manila de mayor circulación, tiene su sección en español y su sección en el vernáculo y la mayoría de los periódicos isleños siguen esta práctica. La Philippine Free Press, el periódico de más circulación bajo control norteamericano se publica en inglés y en español y todo el resto de los periódicos norteamericanos usan el español en conjunción con el inglés. El único periódico puramente bajo control filipino que también usa el inglés es el órgano revolucionario The Philippine Republic que se publica en Hong Kong. Está en inglés y en español siendo su meta llegar a lectores norteamericanos en su interés de fomentar la independencia filipina.

----El informe del Director de Educación en 1908 atribuye la rémora, en la propagación del inglés, a la acción del gobierno de extender el tiempo durante el cual se siga permitiendo el uso del español en los documentos oficiales. Dice el Director en la página 30 de su informe:

----.la fecha fijada para que el inglés sea la lengua de los tribunales fue aplazada hasta el 1 de enero de 1911. Esta acción, aunque recomendada por el hecho de que un mayor número de juéces y abogados quedan insuficientemente entrenados en inglés, ha tenido un efecto desventurado sobre la confianza pública en la adopción final del inglés como la lengua oficial del gobierno.

----Sin embargo, el Director de Educación expresa la creencia de que la ascendencia del español era tan solamente temporaria. Dijo: La nueva generación, que se impondrá en los asuntos de estas islas dentro de diez años más, no va a usar el español para sus propósitos de ordinario y su influencia será decisiva. El español cesará de ser la lengua de los tribunales el 1 de enero de 1911.

Está rápidamente cesando como medio de la correspondencia administrativa. Es probable que tardará más aun su uso oficial como la lengua de los legisladores.

----Esto se dijo hace cinco años, pero los sucesos desde aquella fecha no han cumplido con estos vaticinios. El uso del español como lengua oficial se ha extendido hasta el 1 de enero de 1920. Su uso general parece expandirse más aun.

13. ¿DESESPERACIÓN?

----Los indígenas lo adquieren como una lengua viva. Lo oyen de gente que acaudilla a la comunidad y su oido está acostumbrado a su pronunciación.

----Por otro lado este pueblo está prácticamente sin la menor base fonética de adquirir el inglés y el resultado es que lo aprenden como un lenguaje de los libros en vez de aprenderlo como un idioma vivo. El inglés queda valorado como una cualificación importante para ganarse un empleo, particularmente en el servició del gobierno, pero es cierto que hasta la fecha no demuestra la menor tendencia de haberse impuesto por encima del español o del vernáculo de uso común. (OP. Cit.)

Uno de los importantes aspectos del Ford Report, es la desesperación por parte de los WASP usenses ante el continuado uso oficial del idioma español en Filipinas. Esa desesperación es la razón tras los siguientes pasos legales que tomaron en contra del idioma español en estas islas.

14. FORZANDO EL INGLÉS POR LEY

Sigue diciendo el Ford Report.

----El archivo sobre la acción oficial en cuanto al idioma demuestra una serie de pasos de rendición frente al continuado uso del español ante el stress, o el apuro, de la necesidad. La intención original fue imponer la rápida substitución del inglés.

----La ley No. 190 de la Comisión tenía provisto que el inglés debe imponerse como la lengua oficial de todos los tribunales y todos sus archivos después del 1 de enero de 1906. La ley No. 1427 extendió ese tiempo al 1 de enero de 1911.

----La Ley No. 1946 extendió ese tiempo a enero 1 de 1913. Por Orden Ejecutiva No. 44, fechada 8 de agosto de 1912, el requisito legal fue enmendado y terminó siendo nada más que una expresión de preferencia por el inglés. Este documento instructivo se incluye aquí (Anejo B).

----La imposibilidad de sustituir el español con el inglés en el proceso judicial y en los gobiernos provincial y municipal es de tal índole que aun queda la probabilidad de que aunque se declare oficial el idioma inglés el 1 de enero de 1913, el español ha de continuar usándose por conivencia oficial.

----Esta situación anormal fue terminada por una ley pasada el 11 de febrero de 1913. Esta ley tiene provisto que mientras el inglés es la lengua oficial, el español también será una lengua oficial hasta el 1 de enero de 1920. (Vea el Anejo C)

----No existe ninguna perspectiva en el tiempo actual que nos indique que el español pueda ser descartado en 1920 o en otro año futuro ya que, por lo visto, su puesto como lengua oficial queda aseguradamente establecido. (Ford Report of 1916, #4. Increasing the use of Spanish, páginas 366 y 368; #5. Legislation as to Language. Páginas 368-369, Op. Cit.).

15. UNA AGENDA GENOCIDA

Al leer estas quejas en contra del uso preponderante del idioma español por parte del pueblo filipino, lo que siempre se hubo señalado como una existente agenda genocida por parte de los WASP usenses de asesinar disimuladamente a la población filipina de habla-hispana de Manila y cercanías, sopretexto de la guerra de liberación de 1945 en contra de los ocupantes japoneses, viene confirmándose.

El bombardeo, estilo alfombra, que en 1945, adrede se ordenó sobre un Intramuros de habla española (juntamente con los distritos de Ermita y Binondo, donde también se hablaba el idioma criollo, o chabacano del español), queda considerado como una medida genocida tomada, no tan solamente en contra de las existentes iglesias católicas sino en contra también de la población filipina que rezaba en español en esas mismas iglesias.

La resistencia, por parte del piloto usense, Major John A. Cox, de obedecer la orden "de arriba" de bombardear a la iglesia de San Agustin de Intramuros, puesto que en la misma ya no había japoneses sino gente de habla hispana, ya es prueba suficiente del genocidio que se hizo. (Vea la p-gina 34 del libro "San Agustin, Art & History, 1571-200," publicado por "Solutions" en Hong-Kong, ISBN 971-91571-8-6, escrito por Pedro E Galende, OSA, y Regalado Trota José.)

También queda como otra prueba contundente del referido genocidio, el proyecto WASP usense de precisamente aterrizar sus tropas en Filipinas, en vez de Okinawa o Formosa, para destruir al pueblo filipino que hablaba español y establecer una "reocupación neocolonial" de Filipinas con miras de truncar la independencia asegurada por las leyes Tydings MacDuffie y Jones. (Vea el ensayo en tres partes del Dr. y Ex-Diputado Jesús B. Lava titulado: "Liberation or Reoccupation?", (1.a) "Was the destruction of Manila during WW II necessary?", (2.a) "MacArthur's main mission: Install a US puppet gov't.", (3.a) "Lack of nationalism did us in". Philippine Daily Inquirer, Feb. 2,3, y 4, 1995.)

Se cometieron, por lo visto, dos verdaderos genocidios (uno entre los años 1899-1907 y otro en 1945) cuyos resultados posteriores todavía los podemos ver en la circular #59, serie de 1996, expedida por la actual "Comission on Higher Education", o la "Comisión de alta Educación", (CHED) por la que no se le quiere dar el menor espació a unas asignaturas regulares de español, a escoger frente al árabe, en el programa universitario de la "educación" de Filipinas. El truco consiste en no darle créditos en unidades a las asignaturas de español, o de árabe.

16. DEMANDA POR EL CINE EN ESPAÑOL

La preponderancia del idioma español no solamente nos lo atestigua su uso cuotidiano y oficial por la inmensa mayoría de los filipinos de los años 10 y 20 sino que hasta en los años 30 y 40 cuando la industria holiwoodense del cine norteamericano encontraba un potente mercado filipino para sus películas habladas en español.

La revista Excelsior de Manila, en su número para Julio de 1930, censura la práctica adoptada por las oficinas de la Metro-Goldwyn-Mayer en Manila de devolver a Estados Unidos las películas holiwoodenses que se producían en español. La devolución se hacía para ayudar a las autoridades WASP usenses de Manila en su campaña genocida de suprimir el uso de este idioma en Filipinas. Dice el artículo titulado "Talkies en Castellano" de la mencionada revista mensual publicada en la Calle Potenciana de Intramuros de Manila.

"----respecto al cultivo y difusión del idioma castellano en Filipinas, una vigorosa protesta del Círculo Cervantino, Círculo Escénico, Asociación Talía, Cultura Hispánica, Peña Ibérica y otras instituciones y centros docentes cuyos nombres no se mencionan, contra el proceder de la "Metro-Goldwyn-Mayer" de no exhibir películas habladas en español, devolviéndolas "inéditas" (es decir, sin antes estrenarlas en Filipinas como era el objetivo de su envío a estas islas) devolviéndolas a los Estados Unidos."

-----De injusto califican (dichas entidades y pueblo en protesta) semejante proceder, pues hablando y poseyendo un cuarenta por ciento de la antigua y de la actual generaciones, el idioma de Cervantes mucho mejor que el de Shakespeare, no hay razón alguna para imponerles sólo el inglés, contra todos los cánones de la equidad; y menos aun cuando, olvidándose la mencionada empresa de que "la cultura y la civilización hispanas en este país han echado hondas raíces en el alma filipina" y de que puede facilmente, sin prejuicio para ella, satisfacer a esa respetable porción del público insular, llevada de un mal entendido egoismo o de una economía peor comprendida, si se considera que las películas habladas en castellano "hallan franca acogida en el público de Filipinas", como lo demostró, según los protestantes manifiestan, la última cinta de la "Metro Goldwyn Mayer', titulada "In Gay Madrid", rodada en el Cine Ideal, que se proyectó durante varias semanas con llenos constantes y sin precedentes.

El artículo, después de comentar sobre el atropello que la "Metro Goldwyn Mayer" hacía a la "tan cacareada Democracia y la libertad de expresión, termina con el siguiente párrafo. (Los subrayados son nuestros.)

"----Confíamos en que volverá de su acuerdo y tornaremos a ver en el Cine Ideal películas totalmente hechas y habladas en castellano, como sucede en otros cines que no son tan exclusivistas, sino que atienden, como puede apreciarse en su programa, al público gustoso en ver películas habladas en español." (p. 11, Op. Cit.)

17. DESPUÉS DEL SEGUNDO GENOCIDIO, ¿QUÉ HACER?

Después de la terrible segunda guerra mundial, en 1945, mediante el bombardeo WASP usense de Manila y de cabeceras provinciales de Filipinas, el censo de 1950 todavía decía que los filipinos de habla-española constituían un seis (6%) porciento de la población, por la que la legislatura pasó dos leyes por las que se incluyeron 24 unidades de español y literatura filipina en el nivel universitario puesto que este idioma seguía siendo oficial a la par del inglés y del tagalo. Pero vino la nefasta Constitución Cory de 1987 y unilateralmente suprimió la oficialidad como la docencia regular de este idioma en los colegios filipinos. Esta medida "legal" constituye, a sabiendas o no, otra fase más de la agenda genocida en contra de los filipinos de habla-hispana, estén vivos o muertos; porque lo que se persigue, como objetivo final, es privar al entero pueblo filipino de su memoria como pueblo para luego entorpecerlo y económicamente explotarlo de forma absoluta.

A pesar de esas medidas genocidas, quedan casi medio millón de filipinos que todavía son de habla hispana fuera de los de habla criolla que suman más de un millón aparte. Éstos se reparten entre Zamboanga, Basilan, Cotabato y Cavite. Su ventaja es vivir como una comunidad separada.

Estos actuales supervivientes de habla-hispana podrían potenciarse mediante un atinado programa recastellanizador por parte del gobierno español de nuestros días mediante la Agencia Española de Cooperación Internacional y el Instituto Cervantes de Manila. Porque si lo hacen, España e Iberoamérica tendrían una nueva base amistosa en el Asia del futuro.

18. UNAS HUMILDES SUGERENCIAS

El gobierno español de nuestros días es el octavo país del mundo con un programa de cooperación y ayuda extranjera. Bien se conocen las inversiones españolas en Latinoamérica y no han sido pocas las veces en que se publicó que Filipinas ha sido uno de los paises del Asia que ha recibido alguna asistencia en forma de cooperación o aparcería financiera para proyectos sociales como el desarrollo de la Islita de Camiguin para que sirva de atracción turística y proyectos de restauración cultural como la microfilmación de los archivos nacionales de Filipinas y la reparación de casas ancestrales de la época española en la Ciudad de Vigan en el norte de Luzón.

Pero, hasta la fecha en que se escriben estos renglones, la asistencia y cooperación extendidas a Filipinas nunca han tenido por primordial objetivo la reintroducción del idioma español en una escala decisiva más allá de la labor inicial del Instituto Cervantes en Manila. Teniendo en cuenta la crecida población actual de Filipinas, que se va aproximando a los ochenta millones, la cooperación española para la reintroducción del castellano pueden limitarse a dos sencillos proyectos.

Uno. La fundación de cuatro universidades privadas en Filipinas para respectivamente las ciudades de habla-criollo como lo son Cavite, Zamboanga, Cotabato y Basilan. El idioma español será, con el inglés o el tagalo, un principal medio de instrucción en todos los cursos ofrecidos por estas cuatro universidades desde el nivel primario o elemental hasta los niveles secundarios y terciarios. Los graduandos de las mismas podrían luego ir a trabajar en España por espacio de unos años despues de los cuales, con algún capital acumulado, han de regresar a sus respectivas comunidades para colaborar en su desarrollo lingüístico, cultural y económico.

Dos. Entrar en un acuerdo con, por lo menos, dos universidades privadas de Manila, como lo son la del Centro Escolar y la de Adamson, para fortalecer en ellas sus ya existentes departamentos de lengua española y además de abrir un curso para la formación de nuevos profesores de idioma. Con un plantel inicial de maestros traidos de España y Latinoamérica, amén de idóneos profesores filipinos, el objetivo de restaurar luego la asignatura española como una de las lenguas a optar por parte del alumnado filipino, bien podría realizarse con un método de enseñanza que se acople a las circunstancias y sicología de dicho alumnado.

La cooperación por parte de la actual presidente del país, Gloria Macapagal de Arroyo, consistiría en nada más que una orden a la Commission on Higher Education (CHED), oficina que se encuentra directamente bajo la presidencia del país, para que enmiende su Circular Memorandum Order #59, serie de 1996, con una adjudicación de un crédito de doce unidades en todos los existentes programas de estuidios universitarios para acreditar el aprendizaje de una lengua extranjera tal como nos lo tiene provisto el Artículo XIV, sección 7 de la actual ley orgánica de Filipinas.

La misma Presidente Arroyo también podría ordener al Departamento de Educación, Cultura y Deportes que adjudique un crédito de cuatro unidades para la inclusión de la enseñanza de lenguas extranjeras en la secundaria para que el idioma español sea una de las lenguas a escoger por los alumnos.

19. QUE SE ENSEÑE LA VERDADERA HISTORIA DE FILIPINAS

El que estudie más a fondo las motivaciones que ayudaron a efectuar la actual decadencia del idioma español en Filipinas, ha de descubrir que el odio en contra de los españoles ha desempeñado un papel muy importante. Ese odio es el resultado de una tergiverzada historia filipina donde el español siempre queda pintado como el cruel y mezquino antagonista y el norteamericano como el generoso y amante libertador del supuestamente super-brutalizado pueblo filipino. El nortamericano todo lo dio mientras que el español todo lo destruyó cuando no se lo apropió injustamente. En breve, la historia se convirtió en una leyenda negra en contra de todos los españoles como pueblo, como raza, como cultura y como idioma.

No se quiere, desde luego, cambiar a la historia filipina para trocar los papeles adjudicados a sus actores. Lo que sencillamente se pide es justicia. Que también se señalen cuales son los beneficios que los filipinos derivaron de su unión con España y cuales son los daños que también experimentaron, y que posiblemente sigan experimentando, bajo la insolicitada tutela y la poderosa influencia por parte de los WASP usenses.

Esta corrección histórica tendría que efectuarse mediante los mismos medios populares de comunicación a fin de borrar injusticias en el tratamiento de la historia filipina.

Entonces, se establecería a la larga un sincero, por fraterno, reencuentro entre filipinos y españoles amén de iberoamericanos.

 

Don Guillermo es miembro de la Academia Filipina, corr. De la RAE; Presidente de CONAPE,Inc. y Director de los semanarios NUEVA ERA (en español), The Listening Post (inglés) y Tagalog Chronicle (en tagalo). Es miembro de los Caballeros de Rizal y consultante e investigador para el Ballet Nacional Filipino, Bayanihan Dance Company.

 

 

La persecución del uso oficial del idioma español en Filipinas

por Guillermo Gómez Rivera

Tras la invasión de Filipinas por los Estados Unidos se pesiguió la lengua Española y la fe Católica. Solo en el primer asunto han tenido relativo éxito

 

La primera estrategia: negar que el idioma español se habló, y se habla, en filipinas Es verdad que nunca fueron todos los habitantes de las Islas Filipinas los que tuvieron al idioma español como su lengua materna. Pero tampoco es justo decir que este idioma nunca se habló en Filipinas en escala nacional o "que nunca tomó tierra".

El mero hecho de que el español empezó a ser el idioma oficial de las Islas Filipinas desde el 24 de junio de 1571, día de la fundación de Manila como la ciudad cabecera del Estado Filipino bajo la Corona de España, hasta en 1987, año en que se promulgó la cuestionable constitución de la presidente Corazón 'Cory' C. Aquino, bien puede poner en solfa a todos aquellos que digan que este idioma nunca se habló en, o que nunca llegó a, Filipinas.

Siendo idioma oficial durante tantos siglos debe muy bien entenderse que fue el idioma de la judicatura, de la legislatura y de las escrituras y las publicaciones oficiales, como judiciales, de este Archipiélago.

También es innegable que existe un gran cuerpo de obras literarias, en fin una tradición literaria, por autores filipinos desde 1593, año en que se fundó la primera imprenta en estas islas, hasta el presente.

Todo esto es evidencia de que el idioma español bien se habló en Filipinas, y no en la extensión regateada en que los cuestionables documentos usenses o norteamericanos nos quieren decir.

Y decimos ‘cuestionables documentos’ porque ya es un hecho que los colonialistas usenses han tenido, ---¡y tienen!---, una "language agenda" a favor del inglés desde 1898 y en contra del idioma español en Filipinas al que miran como un obstáculo latente a sus objetivos "lingüísticos" y de imperio económico.

En cuanto a la irresponsable aseveración de que el idioma español "nunca tomó tierra en Filipinas" reproducimos las palabras de un prohombre filipino, Rafael Palma, socio fundador, en 1924, de la Academia Filipina y, más tarde, Presidente de la "University of the Philippines" fundada en 1908 por el colonialismo WASP usense. Escribe el antiguo, y arrepentido, revolucionario filipino, señor Rafael Palma:

"¡Aun vive la vieja alma de España aquí! En todas partes veo su sombra, proyectándose como desde una inmensa altura y ocupándolo todo. Rastrea su influencia en todas nuestras poblaciones, en los monumentos, en los templos, en las calles, en los cuadros de las casas, en los libros del que aprendimos, en nuestras maneras, en el lenguaje, hasta en lo último, en nuestros vicios y defectos. Se nos ha trasvasado en las venas la sangre de aquella España decadente que nosotros despojamos aquí…

"La sombra de España peregrinará por nuestra tierra años y años. Aun hablaremos su lenguaje los que crecimos odiándola por sus instituciones y sus hombres, los que con la pasión de la libertad masónica deshicimos su cabeza con el hacha de la revolución. Por eso, me empequeñece el hablar mal de España y los españoles.

"Siento rubor y vergüenza cuando injurian a esa vieja nación los hijos de esta tierra… España no es ya más que una sombra en tierra filipina é injuriar a una sombra es propio de pequeños y cobardes. (Fragmento de su artículo: "¡Saludo a esa vieja España!" (Palma, 1914, 127-129, en el periódico de Cebú, ‘El Nuevo Día’, editado por Sergio Osmeña, luego presidente de Filipinas.)

Otro escritor filipino de gran renombre, Tirso de Irrureta Goyena, en un artículo que publicó en la segunda década de los 1900, no solamente corrobora lo que el rebelde katipunero Rafael Palma escribió en 1914, sino que define al idioma castellano, o español, como el verdadero idioma nacional de los filipinos. Dice:

“El idioma castellano no tiene ni puede tener en Filipinas la misma consideración que el inglés, con merecerla, y mucho, este idioma. El castellano en algo más. Es, en la actualidad, un idioma tan filipino como lo son el tagalo y el bisaya. Y lo es, porque en ese idioma se ha moldeado la nacionalidad filipina.

“Antes del descubrimiento de las islas había en el archipiélago un sistema de gobierno primitivo en relación con el de los países occidentales. Sí, pero gobierno al fin, que integraba un principio de autoridad, un derecho y una persona que era el símbolo de la soberanía. Pero esta soberanía no era única, porque existían varias, tan independientes unas de otras, como lo son en la actualidad los distintos estados sud-americanos. No existía entonces una verdadera nacionalidad filipina, sino que existían una nación cebuana, una tagala, una mora ó mahometana, er cétera. Y aun dentro de estas agrupaciones, la división política se fraccionaba de una manera múltiple. Tres cientos años de dominación hispana, hicieron desaparecer esas soberanías independientes y borraron el fraccionamiento político del archipiélago. Las distintas nacionalidades, como la tagala, la bisaya, la ilocana dejaron de ser tales nacionalidades y dejaron de ser tales soberanías políticas independientes, y separadas entre sí, para convertirse en meras regiones de una nacionalidad superior que es la actual filipina.

“El descubrimiento y la conquista obraron en Filipinas el mismo fenómeno que en America. En México, por ejemplo, no existía la nacíon mexicana. Existian los mexicanos, los tlascaltecas, los zempoales. La invasión hispana borró esas diferencias y la entidad México surgió por primera vez como un sólo cuerpo ante la Historia. Así también surgió aqui, en estas islas, por obra de la conquista, la nacionalidad mayor, la nacionalidad filipina.

“Quizás se arguya que lo que se creó fué, no una nacionalidad nueva, sino una especie de estado nuevo. Pero no es así. Un estado no representa más que la unidad política, como la que existe en la India, donde los ingleses han creado un veirreinato colonial a explotar, pero han tenido buen cuidado de conservar las diversas religiones, costumbres y aún gran parte de las soberanías políticas limitadas que había antes de la ocupación, llegando al extremo de poner unos sultanatos frente á otros, para dominar sobre las bases de la división interna y de las luchas intestinas.

“La unidad establecida por el dominio hispano en Filipinas fué una unidad más alta, más noble y más desinteresada. Fué una unidad de religion, de costumbres y de tradiciones. Esa religión no era ninguna de las anteriormente existentes en el país antes del descubrimiento. Algunas de esas costumbres fueron importadas directamente de España y los Virreynatos de América, y, sí, el resto lo constituyeron las mismas costumbres autóctonas, fueron profundamente modificadas en el troquel de la civilización hispana. Las tradiciones son también un producto resultante de las leyendas nativas y las españolas, y durante el transcurso de tres centurias se creó un acervo tradicional natamente hispano-filipino. . Se creó, en realidad, la verdadera nacionalidad é historia de Filipinas.

“Ninguno de los lenguajes del archipiélago habia hecho sentir su predominio sobre los otros. Pues vino este último, el castellano, á estas islas, y constituyó el nexo de unión entre todos los miembros de la naciente nacionalidad filipina. Fué el medio de que pudieron servirse para entenderse entre sí el tagalo con el bisaya, el ilocano con el bicolano.

“Si asi no hubiese ocurrido, la literatura revolucionaria del país hubiera sido tan solamente tagala ó pampanga, pero no fué asi. Los patriotas de la época revolucionaria, para inflamar á su pueblo, emplearon el idioma castellano. Este fué el vehículo espiritual de la guerra libertadora. Esto no puede dudarse. No puede suponerse que lo hicieron los insurgentes tan solo para hacerse oir y entender del gobierno de la metrópoli contra la cual luchaban, porque los patriotas de la revolución redactaban en ese mismo idioma sus proclamas, sus órdenes, sus arengas, sus decretos, sus resoluciones y sus leyes. Gobernaban y dirigían al pueblo filipino en castellano.

“Y al cristalizar aquel movimiento en un gobierno formal, ese gobierno redactó su constitución política y deliberó, resolvió y dió fé de vida de todos sus actos oficiales en el idioma de Castilla. Las relaciones contractuales y demás documentos representativos de las diversas transacciones de la sociedad filipina durante la época revolucionaria y hasta mucho después, se realizaron, en su mayor parte, en castellano.

“¿Y por qué lo hicieron así? Porque, sencillamente, consideraban al castellano como el idioma nacional de todos los filipinos. Si hubiesen tenido al castellano como extrangero, no hubieran redactado en castellano los filipinos su código fundamental, sus leyes, sus decretos, su prensa, sus documentos; todos los actos de su vida. En fin, no habrían hablado ni escrito en ese idioma.

“Pretender ahora que ese idioma desaparezca de aquí y sea suplantado por otro, sea el inglés ó sea cualquier otro, sería pretender borrar la verdadera historia, la verdadera nacionalidad filipina y la verdadera vida del país. Hay que conservar el castellano, porque es uno de nuestros idiomas, y como lazo de unión, como factor común, es nuestro idioma superior, nuestro idioma filipino, nuestro idioma genuino y verdaderamente nacional.” (Fragmento de su artículo de prensa que luego fue recogido como parte de su libro “Por el Idima y Cultura Hispanos en Filipinas”, página 40, Imprenta UST. Manila, 1917.)

La razón de ser del idioma español en Filipinas

Por cierto que esa razón de ser, como queda muy bien señalado, es mucho más de lo que el idioma inglés pueda tener ya que los habitantes de Filipinas se convirtieron, además, en plenos ciudadanos españoles mientras que los mismos, bajo la férula de EE.UU., jamás fueron aceptados por los neocolonialistas WASP usenses como plenos ciudadanos de ningún Estado de Norte-América, durante todo el tiempo que duró el directo régimen colonial norteamericano, (de 42 años), sobre este archipiélago.

Esta misma verdad sobre la razón de ser del idioma español en Filipinas con relación al status de ciudadanos españoles otorgado a todos los filpinos es un hecho que se ve citada, aunque renuentemente, por un historiador WASP usense, John Leddy Phelan, en su libro "The Hispanization of the Philippines" (La Hispanización de Filipinas, -- Imprenta de la Universidad de Wisconsin,1953, EE.UU.).

En medio de su visceral hispanofobia, Mr. Phelan, no pudo ocultar del todo el hecho de la ciudadanía española de los habitantes de estas islas cuando sus mismos reyezuelos indígenas libremente aceptaron al Rey de España como su "natural soberano" ("natural sovereign" Op.cit. pp. 23-25) a cambio de los servicios que la corona española les iba de dar y que, de hecho, les dio, tales como la fundación y la organización del Estado Filipino desde los tiempos del Adelantado Miguel López de Legazpi que, para empezar, fundó Manila como la Capital y asiento del gobierno del Estado Filipino.

Al aceptar al Rey de España como su natural soberano, los habitantes aborigínes de estas islas se convirtieron en plenos sujetos españoles, es decir ciudadanos españoles.

Y, al hacerse ciudadanos de España, (específicamente entre 1810 y 1830 con la Constitución Democrática de Cádiz), tenían de hecho la necesidad de aprender el idioma español, idioma de sus leyes, y utilizarlo como el idioma oficial de su Estado Filipino cuyo nombre es Filipinas. Ésa, en breve, es la razón de ser del idioma español en Filipinas puesto que tras casi cuatro siglos, los tagalos, los visayos, los ilocanos, los chinos del Mayí, etcétera, se desarrollaron y se convirtieron en filipinos por precisamente hablar en español hasta que la ya existente nacionalidad filipina pensó en su independencia política con la fundación de la Primera República de Filipinas en 1896. Y la razón de ser del idioma español en estas islas no pudo negarse ni por la República revolucionaria de 1898 porque tuvo este mismo idioma como su lengua oficial.

Cuando los Estados Unidos se anexionaron las Islas Filipinas en 1900, tras despiadadamente destruir en una guerra injusta a la mencionada República de Filipinas, forzó el idioma inglés sobre los habitantes de estas islas, mediante un sistema de educación pagado por dichos habitantes, sin hacerles, a los mismos, ciudadanos de Estados Unidos.

De Agustín de Cavada a Malolos

Pasemos ahora al campo de las estadísticas. Es verdad que cuando Filipinas tan solamente tenía una población de un poco más de cuatro millones y medio (4,500,000), Agustín de la Cavada y Méndez de Vigo, señaló que los indios, o indígenas, que hablaban español en estas islas no rebasaban el 2.8 por ciento del número de la población citada.

Pero este libro de tal estadística salió a la luz en 1870 o tan solamente siete años después de que, por decreto de la Reina Isabel II en el año 1863, se establecía el sistema de instrucción pública en todas las islas cuyo medio de instrucción era predominantemente el español, ----con los idiomas principales del archipiélago sirviendo de medios auxiliares de educación.

Al llegar el año de 1898, en que se separó Filipinas de España, el porcentaje de los filipinos de habla española tendría que haber aumentado considerablemente. Y si, de hecho, el aumento del número de hispanohablantes no hubiese crecido en proporciones más altas y de extensiones más profundas en todas estas islas a partir del dado 2.8 por ciento en 1870, los delegados filipinos a la primera convención constituyente celebrada en Malolos, Bulacán, en 1898, no hubiesen declarado al idioma español como la optada lengua oficial de la República de Filipinas, ---- tal como nos lo tiene provisto la Constitución de Malolos.

Tampoco hubiesen utilizado, los gobernantes filipinos bajo el Presidente Emilio Aguinaldo, al idioma español en todas sus proclamas y sus publicaciones oficiales, ----entre las cuales se encuentra el diario-vocero denominado "La Independencia".

Y José Rizal, un políglota que bien sabía siete lenguas incluyendo la tagala y la inglesa, no hubiese escrito sus obras fundamentales en español. Las hubiese escrito en inglés y en tagalo. ¡Pero no! Todo lo escribió José Rizal en español para sus compatriotas que naturalmente podían leerle en esta misma lengua.

Manuel Arellano Remondo

En un libro publicado en 1908 por la Tipografía del Colegio de Santo Tomás de Manila, titulado Geografía General de Las Islas Filipinas, cuyo autor es el Muy Reverendo Padre Fray Manuel Arellano Remondo, se encuentra el siguiente dato en la página 15.

"La población disminuyó por razón de las guerras, en el quinquenio de 1895 a 1900, pues al empezar la primera insurrección se calculaba en 9,000,000 y actualmente (1908) no llegarán a 8,000,000 los habitantes del Archipiélago".

La referida "primera insurrección" fue la que ocurrió el 29 de agosto de 1896 en contra del gobierno español. En ese caso, la población de Filipinas en ese año llegaba a los citados nueve millones (9,000,000) de habitantes, según esta fuente, aunque hay otras fuentes que dicen diez millones (10,000,000).

Las estadísticas de 1903-05 se hicieron a base de una adrede equivocación

Los censos norteamericanos de 1903 y 1905, calculan de soslayo que los hispanohablantes de este archipiélago nunca han rebasado, en su número, a más del diez por ciento (10%) de la población durante la última década de los mil ochocientos (1800s).

Esto quiere decir que 900,000 filipinos, el diez por ciento de los dados nueve millones citados por el Fray Manuel Arellano Remondo, tenían al idioma español como su primera y única lengua.

No es verdad que ese 10% de aludidos filipinos tenía al idioma español tan solamente como una segunda, o una tercera, lengua. Subrayamos, a riesgo de repetirnos, que lo tenían como su única lengua. Su primera lengua. Su lengua materna.

Además de esos nuevecientos mil (900,000), Don Luciano de la Rosa, katipunero y el abogado defensor de los demandados por libelo a raíz del editorial "Aves de Rapiña" del diario manileño, ‘EL RENACIMIENTO FILIPINO’ de 1907, concluye, en un estudio que citamos en el libro: Filipino: Origen y Connotación, Manila, 1960, "que es el 60% de los filipinos" de su tiempo "los que tenían al idioma español como su segunda lengua".

Si añadimos a los 60% los anteriores 10%, tenemos al 70% de la población filipina como usuaria cotidiana del idioma español entre 1890 y 1940.

Dean C. Worcester, verdugo de la prensa libre en Filipinas

El dato dado por el abogado Luciano de la Rosa queda corroborado por la declaración jurada del Secretario del Interior y el demandante en aquel escandaloso caso contra el diario "El Renacimiento" , Dean C. Worcester, cuando éste reveló bajo juramento judicial que:

"El español se habla y se lee a un grado más o menos alto en todos los pueblos; en prácticamente todos los barrios importantes, y, a un grado limitado, en el territorio habitado por las tribus no-cristianas". (Vide: página 86 de "TRIAL TECHNIQUE AND PRACTICE IN COURT" Vol. IV, 3ra Edición, Por el abogado Vicente J. Francisco (fundador del famoso "Francisco Law School"), que contiene el archivo del célebre caso de libelo contra el diario El Renacimiento sobre su editorial "Aves de Rapiña" en 1908.)

Por otro lado, unos recientes estudios por el Dr. Rafael Rodríguez Ponga señalan, sin embargo, que los filipinos de habla española, al liquidarse la presencia peninsular en este archipiélago, llegaban al catorce (14%) por ciento de la población de la década 1891-1900. Es decir, el 14% de una población de nueve millones (9,000,000), que serían un millón (1,260,000) y dos cientos sesenta mil de filipinos que eran primordialmente de habla hispana. (Vea Cuadernos Hispanoamericanos, enero de 2003).

El primer genocidio fue verdaderamente sangriento

El Padre Fray Manuel Arellano Remondo, al informarnos que "la población disminuyó por razón de las guerras", se refiere indudablemente a las víctimas de la Guerra entre la primera República de Filipinas de 1898 y el invasor Estados Unidos de Norteamérica. Esa disminución de la población filipina nos lo señala luego otra fuente, esta vez usense norteamericana, como constituyendo "la sexta parte de la población filipina".

La fuente norteamericana a la que nos referimos es la del historiador James B. Goodno autor del libro The Philippines: Land of Broken Promises, Nueva York, 1998, cuya página 31 nos suministra esa importante cifra y dato. Si hemos de creer que fue LA SEXTA PARTE de la población filipina la que pereció como víctima de las sangrientas masacres perpetradas por la soldadesca invasora de Estados Unidos entre 1898 y 1902, las bajas de una población total de nueve millones sumarían, de hecho, a un millón y medio (1,500,000). Y, diga lo que se diga, este hecho histórico es evidencia de nada menos que de un genocidio cometido en contra del pueblo filipino que precisamente es de habla española. Si ahora se puede inclusive decir que el español "nunca se habló en Filipinas", ese resultado es la evidencia misma del genocidio perpetrado durante la guerra filipino-usense que se prolongó hasta 1907, ----incluyendo la masiva resistencia armada puesta frente a la invasión militar de Estados Unidos, por parte del segundo presidente y general de la República Filipina de 1898, Macario Sacay y de León.

El Presidente Macario Sacay asumió el poder tras la captura y arresto domiciliar del Presidente Emilio Aguinaldo. Pero en 1906 Sacay fue engañado, mediante políticos filipinos (que empezaron a creer en la "benevolencia" norteamericana), con una falsa oferta de amnistía y un posible puesto en la proyectada Asamblea Nacional de 1907.

Tras capturado durante un baile dado en su honor, el Presidente Macario Sacay fue calladamente ahorcado en 1907 de una forma injusta y totalmente criminal en comparación con el caso de José Rizal. ¡Ahorcaron criminalmente al segundo presidente de la República de Filipinas! Pero ningún libro de texto para la enseñanza de la historia filipina denuncia este crimen de la misma forma en que se denuncia el fusilamiento de José Rizal.

El citado Don Luciano de la Rosa también nos informa que "es de esperar que una enorme proporción de esas bajas sean filipinos de habla hispana ya que eran los de este habla los que mejor entendían los conceptos de independencia y libertad y los que escribieron obras en idioma español sobre dichas ideas"

El manipulado censo de 1903-05

Es por eso que es el mismo libro del P. Arellano Remondo el que nos da la siguiente información estadística, para la primera década de los mil nueve cientos (1900s), en los siguientes términos:

"6o. Población. ---El censo oficial de 1903 obtuvo el siguiente resultado en su conjunto: 7,635,426. Y, de éstos eran civilizados o cristianos unos 7,000,000, y salvajes, o no-cristianos, 647,000". (Página 15, Op. Cit.). Ese mismo censo de 1903 informa que los criolos, luego mestizos de español eran 75,000 o apenas un por ciento (1%) de la población. Se quiso dar a entender que éstos eran los que primordialmente hablaban español. Al decir ‘mestizos de español’ se entiende que el padre es peninsular y la madre es indígena.

No se contaron como también de habla española a los que eran hijos de matrimonios entre mestizos de español é indígenas que, por cierto, eran más numerosos que los dados 75,000 de mestizos a razón del 50 al 50.

Tampoco se contaron a los descendientes de los chinos cristianos, muchos de ellos siendo mestizos terciados por ser mezcla de español, indígena y chino, que constituían el grupo más numeroso que tenía al idioma español como su primera lengua.

Tampoco se clasificaron como de habla española a los indígenas que componían las comunidades de habla criollo, o chabacano, de Cavite y los de Extramuros de Manila, (Ermita, Pacô, Binondo, San Miguel y Quiapo), amén de los de Zamboanga, Cotabato, Davao, Joló y Basilan en Mindanao que muy fácilmente sumaban a otros 500,000. Filipinos de raza española

En 1916, el ya mencionado escritor, miembro de la Academia Filipina de la Lengua Española y abogado, Don Tirso de Irrureta Goyena hace esta otra observación en su citado libro “Por el Idioma y Cultura Hispanos" (Pp.38 y 39).

“Hay una minoría de filipinos, descendientes de individuos de raza española que tiene el castellano naturalmente como idioma propio y casi por decir único”.

“Hay algunas localidades donde filipinos indígenas, de pura raza nativa, como Cavite, San Roque, Caridad, Zamboanga, y aun muchos de los que en Manila y en otras capitales importantes viven, que no poseen asimismo otro idioma que el castellano más ó menos adulterado”.

“Y, los mestizos de americanos son una minoría microscópica, en muchos de cuyos descendientes, se ve el curioso fenómeno de adoptar el castellano ó alguno de los idiomas nativos, dejando por completo el idioma inglés”.

Y en otro capítulo de su mismo libro, Don Tirso concluye como sigue:

"No necesitó del inglés el pueblo filipino para dar el grito de Caloocan y luchar con Bonifacio en Balintawak; ni conocía el idioma de Shakespeare aquella hueste heróica que en los llanos del centro de Luzón hizo frente, con tanta grandeza de corazón como escasez de balas y fusiles, a los ejércitos de Norteamérica dotados de todos los medios de combate y provistos de numerosa artillería.

"Y el Congreso de Malolos, que promulgó una Constitución para el pueblo entre el silbido de los proyectiles y el estruendo de las bocas de fuego, deliberó en castellano y lo declaró idioma oficial de la República Filipina.

David P. Barrows o los informes wasp usenses sobre el español frente al inglés.

En el Octavo Informe Anual (Eight Annual Report) del Sr. Director de Educación, David P. Barrows, fechado 1 de agosto, 1908, (publicado por el Bureau of Printing, 1957, Manila) se encuentran las siguientes observaciones sobre el idioma español:

"Of the adult population, including persons of mature years and social influence, the number speaking English is relatively small. This class speaks Spanish, and as it is the most prominent and important class of people in the Islands, Spanish continues to be the most important language spoken in political, journalistic and commercial circles." (P.94. Op.Cit.).

Esta observación señala que la población adulta del país, que incluye a personas de años maduros y de influencia social, "tenía al idioma español como su lengua por lo que el mismo idioma español continuaba siendo la lengua más importante hablada en todos los círculos comerciales, políticos y de prensa".

Esta observación confirma el dato dado por el abogado Don Luciano de la Rosa sobre el español siendo el segundo idioma del sesenta (60%) por cien de la población total de Filipinas durante las primeras cuatro (4) décadas de 1900.

Aumentan, en vez, los hispano-parlantes con el inglés

Lo más curiosamente significativo es que la supuesta alfabetización o escolarización en inglés, dada en las escuelas públicas establecidas por los norteamericanos desde 1900, "tendía a producir a un número mayor de filipinos de habla española y no de habla inglesa". Es por eso que es el mismo Director de Instrucción, Mr. David P. Barrows, el que, alarmado y casi indignadamente, escribe lo que sigue:

"It is to be noted that with the increased study and use of English, there has been an increased study of Spanish. I think it is a fact that many more people in these islands have a knowledge of Spanish now than they did when the American occupation occurred." (Los subrayados son nuestros.)(p. 96. Op.Cit.).

Tras pedir más fondos con miras de presupuestar "night schools", o escuelas que también tengan clases nocturnas, por las que se tenía que redoblar la enseñanza é imposición del inglés sobre los niños y adultos filipinos con el objetivo de no dejarles dentro de la influencia del predominante idioma español, dicho Mr. Barrows se pone a asegurar al mundo, y muy a la manera de un autoconsuelo para si mismo y para sus superiores en Washington D.C., que el idioma español, con ciertas medidas tomadas en su contra, tendría que desaparecer a la larga porque los filipinos están lejos de los países de habla española por lo que no podrían tener ningún apoyo por parte de aquellos.

Afirma Mr. Barrows:

"Pero, a pesar de estos hechos, a favor suyo, el idioma español va a desaparecer porque carece del apoyo de los países de habla española adyacentes a nosotros…" (p.96, Op. Cit.).

En esta observación bien puede espigarse la política de los WASP usenses de adrede aislar a Filipinas del mundo hispánico al que pertenece.

Un verdadero caso por el que abiertamente se prohibe la enseñanza del español, ocurrido en Silay, Negros occidental, en 1914.

Reproducimos la crónica del caso que habla por si sólo. SILAY, Y EL ESPAÑOL. Página 142, del libro CRÓNICAS VISAYAS Por Iturriaga de Panay, Ciudad de Iloilo, Filipinas, julio de 1914. Escribe el Señor de Panay.

"Recordarán ustedes que el pueblo de Silay, Negros Occidental, sintiéndose filipino por derecho propio, acordó cultivar y defender el idioma español que modela y define la personalidad nacional de estas Islas, aunque el cobeto se dibuje siempre con sus dialectos propios. Y para tan noble empresa, fundó el pueblo de Silay la primera Escuela de la Lengua Española que registra el amor nacional filipino.

"Pues bien. Esa Escuela que hace muy poco tiempo empezó a trabajar con un altruismo incomprensible para los científicos modernos de a tanto el kilo de meollo, y que ha sido, y está, siendo objeto de alabanzas, donativos y estímulos generales, resulta ahora, nada menos que amenazada de muerte por el elemento que asi mismo se llama director de la educación escolar filipina, ---bien que ese elemento, por ser oficial, niega la intención del crimen, aunque no puede ocultar sus deseos.

"El diario de Bacolod, El Atalaya de Negros, (dirigido por D. Aurelio Locsin y Lacson) ha publicado el primer acto de ese drama pasional, que nosotros, sin ser los autores, dedicamos especialmente al Honorable (Rafael) Palma, el mismo que, discurriendo en español, (porque de otro modo discurriría menos que un colchón), aconsejó a los maestros de las Escuelas Públicas (puestas por los WASP usenses con dinero filipino, ggr) que velasen por la enseñanza del idioma inglés, para hacer méritos y obtener medro personal. El argumento es el siguiente:

"En Silay se ha dicho, hasta en los más apartados bahais (cabañas de bambú y palma de nipa, ggr), que los alumnos de las Escuelas Públicas que asistan en horas libres a la Escuela de Lengua Española, serán expulsados de dichas Escuelas Públicas… Y, naturalmente, la enormidad del dicho provocó de las partes interesadas reclamos y explicaciones".

“Porque, si por medios indirectos y ventajosos se tira a inutilizar la acción legal, cultísima y patriótica de la Escuela de la Lengua Española de Silay, es evidente la indigestión de español que padecen los que, prometiendo dejar libre a Filipinas antes de nada, le impiden el libérrimo derecho de estudiar el romance castellano, que es, aunque el Honorable (Sr. Secretario de Instrucción) lo disimule, el único en que Palma puede ser útil a su patria.

En 1913, un secretario de instrucción wasp usense desautoriza al “Centro Escolar de Señoritas de Manla” por seguir utilizando el idioma español como medio de instrucción

Anterior al caso, en 1914, de la Escuela Española de Silay, Negros Occidental, por el que el Secretario norteramericano de Instrucción Pública, amenazó expulsar de las escuelas públicas a los alumnos que por voluntad propia se apuntaran en unas clases privadas de idioma español, ocurrió el escandaloso caso ”de opresión lingüística” (en 1913) por el que Gilbert Newton, el aludido Secretario WASP usense del “Bureau of Education”, canceló el permiso de “escuela pública” otorgado al Centro Escolar de Señoritas de Manila, por seguir utilizando el castellano como medio de instrucción.

La carta oficial de Newton W. Gilbert, fechada 16 de junio de 1913, dirigida a la Srta. Librada Avelino, Directora del mencionado Centro Escolar, principia de la siguiente manera: “Asistí la noche del sábado último, durante una hora aproximadamente, a la apertura del curso de su colegio, celebrada en el Grand Opera House, y sufrí una gran decepción al ver que el colegio del que se me había hecho pensar que daba a sus alumnas una enseñanza en inglés principalmente, celebraba en castellano los números de la velada de apertura. Voy a hacer una minuciosa investigación de la clase de trabajo que se cumple en su colegio y a averiguar si los profesores pueden o no explicar bien sus asignaturas en inglés… Si la enseñanza en inglés que se da en su colegio fuese suficiente, como no parecen indicar los resultados de su curso, se habría usted visto precisada a celebrar en inglés los números de su velada inauguaral.. Si ese colegio fuese pequeño y de escasa reputación, el caso no sería tan grave; pero teniendo una escuela de gran importancia y reputación como la que usted regenta, el caso queda muy infortunado..”

La Srta. Librada Avelino en vez de contestar de inmediato la carta que se le dirigió, convocó una asamblea general de su plantilla de administradoras y profesoras, y mostró la carta de Mr. Gilbert. Además de avisar a su inmediato personal y colegas, informó también a la prensa de Manila y convocó a los padres de sus miles de estudiantas que, a su vez, la apoyaron unánimemente en su uso del castellano como medio de instrucción principal. Doña Librada Avelino, se llegó a decir después, inadvertidamente organizó un plebiscito por la retención del idioma español en Filipinas. Sus colegas, casi todas maestras filipinas formadas en español como ella, indignadas escribieron y firmaron la siguiente resolución dirigida a Mr. Gilbert con copia a todos los periódicos de Manila que, en aquel entonces, estaban todos redactados en español. La referida resolución lee en parte:

“Por cuanto, los cargos que en la presinserta carta se formulan son completamente infundados, puesto que el colegio, ademas de las claes de enseñanza puramente inglesa, enseña en inglés, pero se ven obligados sus maestros a usar el castellano, después de haber explicado en inglés las lecciones, para beneficio de aquellas alumnas que no comprenden bien este lenguaje norteamericano;

“Por cuanto, los números del programa inaugural se tuvieron que ejecutar en castellano, menos uno que estuvo en inglés, por la sencilla razón de que el público, que en masa acudió a tal acto, no conoce el inglés, pues es un hecho que muchos de los colegios particulares de Filipinas se ven igualmente precisados a celebrar sus veladas escolares en castellano porque saben que la concurrencia, formada principalmente por los padres de las alumnas, conoce el castellano y no el citado idioma inglés.

El resultado final de este conflicto es la separación del Centro Escolar de Señoritas de Manila del Departamento Americano de Instrucción Pública. El colegió se incorporó como una fundación privada y de esa manera se vió libre en muchos aspectos de los dictados del mencionado “Bureau of Public Schools”. Pero el encuentro entre la Directora Librada Avelino de este colegio y el mencionado Secretario norteamericano, fue un auténtico escándalo que tuvo un considerable eco en la prensa filipina de aquel tiempo. Entre los más señalados comentarios, presentamos el siguiente.

“Y aquí, en este país, que unos hombres de habla castellana desubrieron y evangelizaron; en este país que se abrió á la luz de la civilización en el idioma de Castilla; que ha vivido oyendo durante tres cientos años, (que es el doble de la vida de independencia de los Estados Unidos), por diez generaciones enteras, el idioma español; donde sus pensadores, sus revolucionarios, sus guerreros, sus poltícos y sus mártires, han hablado, han escrito y han luchado en español; donde un Rizal, tagalo, escribió sus obras inmortales y despidióse, en el trance supremo de su holocausto, en el idioma de Castilla; donde sus médicos, sus abogados, sus jueces, sus periodistas, sus literatos, sus hombres de ciencia y de cultura, hablan español; donde la Cámara Baja, la representación popular, habla castellano y redacta sus leyes en dicho idioma; en este país, cuyo estado de sumisión y coloniaje dícese que no es indefinido; donde se pregonan á los cuatro vientos las palabras libertad, igualidad, tolerancia, “equal opportunity for al,” (idéntica opurtunidad para todos); donde no se hace más que abominarse, á cada paso, de la supuesta tirania y del supuesto despotismo del antiguo régimen, y se le ha hecho una guerra indigna en periódicos, folletos y libros de texto; en este país, que la nación norte-americana no considera como de su propiedad absoluta, sino como un sagrado fideicomiso, se trata de arrancar por la fuerza, y en el perentorio plazo de veinticinco años, de una generación escasa, el idioma español; de borrar en los corazones filipinos el habla castellana.

“Porque el español es, según algunos funcionarios conloniales, un idioma latino, inferior, un idioma que incapacita á los que lo hablan para el “self-government”, y el que solo posea el español dentro de diez años, por ese solo y único hecho, por ese horrible delito de no hablar el inglés, se le amenaza con satiarlo por hambre, con aislarlo como un apestado. Y, sin embargo, en los Estados Unidos, en la propia Norte-América, hay miles y decenas de miles de chinos y japoneses, de polacos y de bohemios, de rusos, de alemanes y de italianos que hasta ahora no conocen el inglés.

“Ya que en Filipinas ha habido un modesto colegio particular que se resiste valientemente á esa imposición del idioma inglés; que no quiere sajonizarse bajo la presión oficial, negándose de un modo gallardo á doblar la rodilla ante la gradas del trono, debemos rendirle, todos los Filipinos amantes de la libertad, ( y creo que lo somos los millones de habitantes de este archipiélago, salvo la denigrante excepción de unos cuantos lacayos), nuestro más respetuoso homenaje; debemos enviar á esas ilustres maestras filipinas el testimonio de nuestra adhesión más ardiente, y prometernos sequir su gallardísimo ejemplo cuanto de meternos el inglés en el cuerpo á viva fuerza se trate.

“Los idiomas no se imponen con leyes ni con cañones; y á la sajonización avasallante hay que responder con aquella firme serenidad que oponen los alsacianos á Germania y los polacos á Rusia. El imperio de las armas domina los cuerpos, pero no llega á los espíritus, no hay poder en la tierra que pueda forzar á un hombre á hablar contra su voluntad un idioma determinado.

Como un tremendo recuerdo de tan injusta y violenta persecusión, un educador filipino de origen chino cristiano, Don Mariano Jócson, fundador de la Universidad de Manila, compuso el conocido “Himno Filipino al Idioma Español” cuyas letras, escritas por su sobrino, el poeta Remigio Jócson, son las que siguen:

“Vibre la lengua divina de Cervantes inmortal

En la nación filipina, de Burgos y de Rizal.

Cantemos filipinos, un himno de homenaje

Al idioma glorioso de nuestra libertad.

Que retumbó en nuestros valles

Y en las selvas ignotas,

Triunfe su ritmo sonoro con rumor de tempestad,

Noble lengua del decoro del amor y la verdad.

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Guillermo Gómez Rivera